Trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad (TLP) es el trastorno de la personalidad más frecuente. Los trastornos de la personalidad son un grupo de trastornos mentales que presentan desviaciones significativas respecto a la forma en que las personas perciben, piensan, sienten y se relacionan con el resto.

Se caracteriza por la inestabilidad en las relaciones personales, las emociones extremas, la distorsión de la autoimagen y la carencia de control de los impulsos. Suele aparecer durante la adolescencia o al inicio de la etapa adulta y puede ir mejorando con la edad.

Este trastorno provoca problemas de adaptación social, ocupacional y funcional, ya menudo se asocia a comportamientos suicidas y autodestructivos.

CAUSAS:

No se conocen las causas exactas.

A menudo se habla de factores que pueden predisponer a las personas a sufrir trastorno límite de la personalidad:

  • Genéticos. El trastorno límite de la personalidad puede tener un componente genético, pero esto no significa que por el hecho de tener un familiar afectado deba desarrollarse la enfermedad.
  • Neurobiológicos y bioquímicos. Los investigadores asocian el trastorno límite de la personalidad con un funcionamiento defectuoso de las áreas de cerebro que regulan el cariño, la atención, el autocontrol y la función ejecutiva. Por otra parte, existen pruebas de que la alteración de los neurotransmisores interviene en el desarrollo de la enfermedad. Los neurotransmisores son las moléculas mediante las cuales las neuronas se comunican entre sí a través de impulsos eléctricos.
  • Psicosociales. Haber sufrido abusos sexuales, físicos o emocionales, condiciones sociales adversas o un problema de abuso de drogas, son algunos ejemplos.

SINTOMAS:

Los síntomas pueden agruparse en cuatro áreas principales:

  • Emociones extremas. Las personas afectadas pueden experimentar emociones negativas e intensas como rabia, dolor, vergüenza, pánico, terror y sentimientos de vacío. La ira es uno de los sentimientos más frecuentes. En muchos casos los cambios de estado de ánimo se producen en períodos muy cortos de tiempo.
  • Comportamiento impulsivo. Jugar a juegos de azar, conducir de forma imprudente, practicar sexo sin protección, comer compulsivamente, consumir drogas, dejar un trabajo bueno, terminar una relación positiva o, incluso, autolesionarse e intentar suicidarse.
  • Relaciones inestables. Estas personas se caracterizan por la «manipulación» en las relaciones y piden atención constante. A menudo, alternan el amor y la admiración (idealización) con la aversión extrema y el desprecio (devaluación) hacia una misma persona. Tienen mucho miedo a ser abandonadas y son capaces de cualquier cosa para evitarlo.
  • Distorsión de la autoimagen. Las personas con trastorno límite de la personalidad son fácilmente influenciables: sus valores, hábitos y actitudes cambian en función de las personas del entorno hasta el punto de percibir la identidad y la propia imagen como inestable. Se manifiestan síntomas disociativos graves, como sentirse aislado de uno mismo, observarse fuera del cuerpo o perder el contacto con la realidad.

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